Del castro prerromano de La Mesa de Miranda (siglos IV-II a.C.) proceden cinco ejemplares que representan toros y cerdos, tres hallados en los alrededores del poblado y dos en el interior del tercer recinto, que Cabré interpretó como encerradero de ganados. Este dato, junto al hallazgo de esculturas análogas en Las Cogotas, sirvió de base al autor para plantear un significado mágico o religioso, relacionado con la protección y fertilidad de la ganadería, la principal fuente de riqueza de estas comunidades de la Edad del Hierro. El toro más espectacular (1,94 m de largo) se conserva actualmente en la plaza de Chamartín. Le falta el morro y las extremidades se encuentran rotas por encima de las rodillas. Yacía originalmente en el sitio conocido como "El Palomar", antes de llegar al río Riondo y muy cerca del castro vettón. Otra de las esculturas se ha llevado al aula arqueológica del yacimiento, recientemente inaugurada en la localidad. Para llegar a Chamartín, desde Ávila se toma la carretera en dirección a Salamanca y seguidamente la comarcal a Muñico. |