II. Castros vettones más importantes de la provincia de ÁvilaCastro de El Raso (Candeleda)Descripción | Fotografías
| Visita Virtual
| Accesos e Itinerario de Visita | Guia | | El castro vettón de El Raso fue ocupado en los siglos II-I a.C. y llegó a ser el centro fortificado más importante del valle del Tiétar. Se encuentra en un bellísimo paraje de la vertiente meridional de la sierra de Gredos, al pie del pico Almanzor (2.592 m) y a pocos kilómetros de Candeleda, ocupando una posición muy destacada sobre la garganta del río Alardos, una de las muchas que por esta vertiente lleva las aguas de la sierra hasta el río Tiétar. | Descubierto en 1931, el complejo arqueológico de El Raso es, probablemente, uno de los mejores y más ampliamente conocidos de la provincia de Ávila, gracias sobre todo a los trabajos de investigación que, de forma prácticamente ininterrumpida, ha venido llevando a cabo F. Fernández Gómez a lo largo del último tercio del siglo XX. | Existen importantes indicios de la existencia de comunidades que ya vivían en los alrededores de El Raso con anterioridad a la fundación del poblado fortificado. En concreto, un yacimiento próximo conocido con el nombre de "El Castañar", muy cerca del actual casco urbano. Se trata de una pequeña aldea no fortificada en el llano que conocemos básicamente por su necrópolis, un importante cementerio fechado entre los siglos V y III a.C. que ha deparado hasta el momento 123 enterramientos. Se trata de tumbas de incineración en hoyo, cubiertas con lajas de granito y con las cenizas y los objetos que formaban el ajuar del fallecido depositados en una urna y a su alrededor. Básicamente son adornos personales (pendientes, broches, anillos), armas de hierro de diversos tipos (espadas, puñales, puntas de lanza, escudos), vasijas y objetos de importación. El hallazgo excepcional de copas griegas para beber vino, ungüentarios de vidrio polícromo que contendrían perfumes, así como bronces y joyas de inspiración marcadamente oriental, evidencian las relaciones de esta antigua comunidad vettona con las poblaciones del sur de la Península Ibérica y, a través de éstas, con las del Mediterráneo oriental. Como en sus homólogas de Las Cogotas y La Mesa de Miranda, las tumbas se hallan concentradas en grupos independientes que no obedecen a diferencias significativas en el tiempo, sino más bien a razones de tipo clánico o familiar, mezclándose en cada área enterramientos masculinos y femeninos, adultos e infantiles, ricos y pobres. | siguiente ... | | |