A unos 150 m hacia el Sur del santuario se encuentra una construcción excavada en la roca, de planta rectangular, tradicionalmente interpretada como un horno metalúrgico y hoy más convincentemente considerada una sauna ritual, aunque no se practicado ninguna exploración arqueológica más allá de lo que se ve en la actualidad. Se trata de una construcción semihipogea de planta rectangular y 6,4 m de longitud excada en un gran peñasco de granito. En la actualidad parece que se pueden identificar los restos de un recinto murado que la rodea de unos 32 x 24 m, que de confirmarse su relación con la estructura reforzaría la profunda significación simbólica y especial de la sauna.
_castros/6/foto17.jpg Aceptando la propuesta de sauna se puede entender divida en tres ámbitos: horno para fuego, cámara con dos asientos labrados para recibir el baño de vapor y antecámara. Se trataría de una sauna en relación con baños iniciáticos, a partir de los paralelos con las saunas o "pedras formosas" de la cultura castreña del NO. Peninsular. Estructuras de función semejante se conocen en la protohistoria europea del mundo atlántico nórdico y céltico. Su asociación al agua, al vapor y al fuego en lugares hipogeos, así como un conocido texto de Estrabón alusivo al desarrollo de estas prácticas entre las poblaciones del valle del Duero, podrían relacionarlo con ritos de iniciación de cofradías de guerreros:
"De algunos de los pueblos que viven en las inmediaciones del Duero se dice que viven a la manera espartana, ungiéndose dos veces con grasas y bañándose de sudor obtenido con piedras candentes, bañándose en agua fria y tomando una vez al día alimentos puros y simples" (Estrabón, 3,3,6)